viernes, 30 de septiembre de 2011

El georgiano más famoso

...se llamaba Iosif Vissariónovich Dzhugashvili, había nacido en la ciudad de Gori, era hijo de un zapatero, quedó huérfano de chico y luego entró a un seminario de la Iglesia Ortodoxa. Ese niño georgiano, apasionado por la lectura, las flores, la música y el canto litúrgico, admiraba las leyendas de su pueblo, en particular las que tenían como protagonistas a  Koba, un héroe popular del país. De hecho, por unos años, Iosif se hizo llamar “Koba” Y el escritor británico Martin Amis, en su ensayo Koba, el temible, abordó al georgiano más famoso, que pasó a la fama por su otro apodo: Stalin.
   Lo que hoy es Georgia fue un territorio dominado por griegos, romanos, turcos, persas, árabes, mongoles y por la Unión Soviética, ese país que justamente iba a ser conducido con puños de acero por el georgiano Stalin, cabeza máxima del Partido Comunista radicado en Moscú. Georgia tenía y tiene sus particularidades: país cristiano ortodoxo, con un alfabeto e idioma propio que no se parece a ninguna de las lenguas europeas más conocidas, está literalmente en la frontera entre Asia y Europa, rodeado por Turquía, Rusia, Azerbaiján y Armenia.
  De Georgia los medios de comunicación internacionales hablan poco y nada. Apenas, cada tanto, dicen algo de los conflictos en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, que quieren independizarse. Otras cosas no cuentan. Georgia también es uno de los estados de EEUU, y parece más nombrado por los medios occidentales: claro, su capital es Atlanta, donde está la sede central de la Coca Cola, y de esa región es la banda R.E.M. Esa mayor presencia de la Georgia norteamericana lleva a que, para referirse al país europeo-asiático, los periodistas pronuncien su nombre con acento inglés: “Shuorshia”.
  Algo une a ingleses y georgianos. Ambos tienen en su bandera la cruz de San Jorge, roja sobre fondo blanco. Hay quien dice que el país Georgia tiene como origen de su nombre a San Jorge, santo patrono de la tierra de Stalin. Quizá otro punto oculto de contacto entre georgianos e ingleses sean que los primeros,  en tiempos muy antiguos, jugaban al “Lelo burti”, un deporte en el que dos equipos, representativos cada uno de un pueblo distinto, jugaban un partido generalmente en el terreno ubicado entre dos ríos, y ganaba el que más veces apoyaba una pelota sobre la orilla del curso del agua del contrario.  La pelota podía patearse o llevarse con las manos. Y, a veces, hasta podían usarse caballos para llevarla.  En la antigüedad, el terreno de juego podía tener ¡kilómetros! de extensión, e incluir valles, arroyos, bosques.
  Ya bajo dominio soviético, el “Leloburti” fue reglamentado, y se decidió que cada equipo tenga 15 jugadores, que se pueda pasar la pelota (rellena de pasto o lana de oveja) hacia adelante, y que cada jugador puede tener el balón no más de cinco segundos.  Los participantes pueden sacarle la pelota de las manos a sus rivales, pero no deben obstruirlos sin la pelota, ni empujarlos deliberadamente.  No es de extrañar que con ese deporte nacional antiquísimo, los georgianos tuvieran cierta base para desarrollar las habilidades del rugby.
  Y la selección de Georgia, apodada “Lelo”, debutó internacionalmente antes de que el país tuviera su independencia de la Unión Soviética: en 1989, ganándole a Zimbabwe Luego comenzó un lento progreso, los clásicos con Rusia (con diferencia abrumadora en favor de los georgianos) y la presencia en Mundiales.
   La “Top” League de Georgia tiene 8 equipos, con predominio de los clubes de la capital del país, Tiflis, o Tblisi. El Army Tblisi, es decir, el equipo de las Fuerzas Armadas georgianas, es uno de los equipos más poderosos, junto con el Locomotive, de la misma ciudad. Probablemente, los georgianos que se presenten en el estadio de Palmerston North, en Nueva Zelanda, para ver a su selección ante Los Pumas, entonen el cantito famoso que resuena en los estadios Boris Paichadze y Mikhail Meskhi de Tblisi: “Lelo, lelo, sakartvelo” (“¡try, try, Georgia!”).

1 comentario:

  1. Gracias Ale. Datos, historia, reflexión y actualidad. La crónica tiene todo, y me quedó grabada la imagen del “Lelo burti”.

    Claro que ahora estás en problemas: espero leer una crónica distinta sobre los All Blacks!! jeje

    Abrazo grande

    Jorge

    ResponderEliminar

Tomémonos unos instantes para pensar qué se va a escribir. Mensajes agresivos, publicidades, chismes, van directamente a la papelera de reciclaje. Gracias.