viernes, 16 de septiembre de 2011

Mitología rumana

 

  Sambata, Cupa Mondiala, Baia Mare, Farul, Timisoara, Cluj, Petrosani, Bogdan, Lucretius. Nombres y nombres del planeta del rugby de Rumania, ese país del que poco se conoce en América del Sur, más allá del renombre de algunos deportistas y, cuándo no, de la historia del Príncipe Drácula, personaje de ficción creado por el escritor irlandés Bram Stoker, ligeramente inspirado en personajes de la historia rumana.  La leyenda del príncipe de hábitos nocturnos, que se transforma en vampiro y que se alimenta de la sangre de víctimas humanas,  aunque sea una creación totalmente ficcional de un escritor que no pisó nunca Rumania, sigue vigente.  La imagen multiplicada al infinito de un hombre pálido, delgado, con ojeras, colmillos que sobresalen del labio superior y capa negra, surgida del cine hollywoodense, quedó instalada como un símbolo internacional de los rumanos, hasta para algunos de ellos.
   El  Drácula Old Boys es un equipo de rugbiers veteranos con sede en Bucarest.  Juegan partidos tanto en Rumania como en otros países, generalmente europeos.  Su logotipo incluye al mediático Príncipe Drácula, de traje negro, esta vez con capa y solapas del saco rojas, montado en una locomotora y con una pelota de rugby en su mano izquierda.  La silueta de un vampiro negro, con alas desplegadas, y el “Drácula” escrito en rojo, coronan el escudo del equipo.  Ionescu Dan Lucretiu, de 46 años, ex jugador,  es su secretario general, y  dice: “Cuando yo jugaba, en un radio de 150 kilómetros había 40 equipos. Ahora hay 5. La clave pasa porque el Estado tenga la visión de desarrollar el deporte entre los chicos, por lo que significa como educación y entrenamiento del carácter.”
   La selección rumana de rugby ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París, de 1924. Claro que ganó esa distinción,  pese a haber perdido los dos encuentros que jugó, porque había nada más que tres participantes. Durante las décadas siguientes, el rugby rumano progresó, y logró éxitos históricos ante Francia, Gales y Escocia. Los equipos más fuertes durante muchos años fueron el Dínamo y el Steaua, ambos de Bucarest, y ambos subordinados a la dictadura de Nicolae Ceaucescu. El Dínamo era el equipo de la Policía y el Steaua del Ejército. Cuando en 1989 una rebelión destituyó a Ceaucescu (al que luego fusilaron junto a su esposa),  y en los enfrentamientos militares murieron dos rugbiers famosos en el país: Radu Durbac y Florin Murariu, capitán de la selección nacional.
  Después de la caída del comunismo en Rumania, el rugby comenzó a decaer. Otro golpe fue que la invitada a participar del Torneo de las Cinco Naciones fuera Italia y no la selección rumana, llamada “los robles”.  “Si Rumania hubiese sido elegida, ese paso hubiera sido clave para nuestro rugby”, agrega Lucretiu, del Dracula Old Boys.
    De todos modos, los rumanos, cuyas figuras juegan en las ligas de Francia e Italia, se tienen fe para el renacimiento del rugby en ese país. “El rugby en Rumania tiene un gran potencial. Somos deportistas por naturaleza.”, cree Lucretiu.
     En la actualidad, Rumania tiene una liga principal con 8 equipos, llamada “Super Liga”, que encabeza el Baia Mare, seguido por el Steaua, el Farul Constanta, el Timisoara y el Dínamo.  En la segunda categoría participan el Brasov, el Petrosani, el Iasi y el Pantelimon, entre otros. En la división superior también juega el Cluj, que está penúltimo, cuyo entrenador también es jugador: Bogdan Voicu. “En Rumania, todos los jugadores de los 8 equipos de la primera división reciben dinero por jugar”, cuenta a otrorugby.blogspot.com.  Bogdan agrega que, en su mayoría, las personas que juegan al rugby en Rumania pertenecen a la clase media del país, y considera que ese deporte “es popular” en tierras rumanas, “pero más popular son el fútbol, el handball y el básquetbol”.  Los encuentros se juegan los “sambata” (sábados).
   Rumania, país cuya lengua forma parte del mismo grupo que el castellano, el italiano, el portugués y el francés, parece culturalmente más lejano de lo que en realidad es. Quizás su ubicación geográfica, en el Este de Europa explique esa situación, quizás el peso del mito Drácula haya ocultado otras características de este país. Por lo pronto, por unas horas, argentinos y rumanos estarán pendientes uno del otro.  Es bueno recordar que el slogan de todos los fanáticos del rugby Rumania es: “¡Prin venele noastre curge sange cu globule ovale!” (¡Por nuestras venas corren glóbulos rojos ovalados!).

2 comentarios:

  1. Buenassss...me gusta mucho la idea del blog, espero más historias "del otro lado", un abrazo.
    Marina

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  2. Resulta interensate saber un poco de la historia de Rumania en el Rugby para poder entender la última derrota contra Los Pumas.

    Quizás Lucretiu se tenga "fé ciega" sobre el futuro de su rugby, o quizás Los Pumas están en un nivel superior y también merecen participar en el Sies Naciones. Ah cierto, Los Pumas representan a la Argentina, país del Tercer Mundo. La "Italia Rica" sí merece evolucionar...

    Abrazo
    Jorge

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