jueves, 13 de octubre de 2011

Show de Gales

  
   Pesa más de 100 kilos y  mide 1, 90. Hombros muy anchos, con terminaciones que parecen cabezas de bebes. Tatuajes en el cuello, el antebrazo, en la zona de los abdominales. El pelo, rubio, rapado, ya le escasea en su cabeza.  Podría ser un patovica estilizado, porque su cuerpo está cincelado por el gimnasio. Agraciado de cara no es, de hecho su apodo es “Alfie”, por cierto parecido con “Alf”, el personaje de la serie de televisión de los ’80, narigón y de orejas grandes.  Este gigante jugó 100 partidos con la selección de rugby de Gales, en donde fue uno de los mayores anotadores de tries, y se despidió del equipo mayor en el Mundial de 2007. Pero siguió jugando en clubes, y actualmente lo hace en el Crusaders galés, dentro del “rugby league”, una variante del “rugby union”, el deporte que conocemos en Argentina.  Es una celebridad, por haber sido un crack de la selección galesa de rugby, pero, principalmente por decir a un diario masivo: “Soy gay”.

  De Gareth Thomas se trata la historia. Nacido en 1974 la localidad galesa de Sarn, un pueblito de 2500 habitantes, “Alfie” jugó en clubes importantes de Europa como Cardiff Blues, Celtic Warriors y Toulouse. Precisamente en Francia tuvo un incidente en 2002, por el que fue condenado en 2005 a pagar un resarcimiento económico a dos franceses a los que Thomas agredió en un pub, mientras acompañaba a compañeros de equipo que estaban pasados de copas.
  De 2001 a 2007 estuvo casado con Jemma, su novia de la adolescencia, sin que tuvieran hijos. Por esos años, Thomas frecuentaba bares de homosexuales en Londres, cuando su equipo jugaba ahí. En 2006, se quebró y le reconoció a su entrenador, Scott Johnson, que le atraían los hombres. El coach lo respaldó, y le avisó que iba a contárselo a algunos de sus compañeros. Estos, enterados de la noticia le dijeron: “Eh, ¿nos tenías miedo que no nos decías nada?”. Thomas  había  fabulado enredos con chicas durante años, entre sus compañeros, para disimular su homosexualidad y encubrirse en “la cultura de machos” que impregna al rugby.
  Desde que asumió públicamente su orientación sexual en una entrevista al diario Daily Mail su fama creció todavía más.  Al mes siguiente ofreció su testimonio para la revista Attitude,  símbolo de la cultura gay del Reino Unido.  Thomas sigue jugando de manera profesional al rugby, aunque en los últimos tiempos sufrió una fractura de su brazo derecho que lo alejó de los campos de juego.
  “No es que porque sea gay voy a estar flirteando con cada hombre que camina por el planeta”, había dicho Thomas en aquella entrevista al Daily Mail. También había señalado que para “salir del armario” antes debió sentirse consolidado como jugador de rugby. “En muchos aspectos  (el rugby) es salvaje.  Yo nunca podría haber ‘salido del armario’ sin primero establecerme yo mismo como jugador”. Thomas agregó: “Estadísticamente, no puedo ser el único, pero no estoy seguro de que haya otro jugador gay jugando”.
   Gales es poco conocido internacionalmente, más allá del rugby, que le dará fama por estos días, cuando su selección juegue con Francia en búsqueda de las semifinales de la Copa del Mundo. Ubicado en el extremo oeste de Inglaterra, el suelo galés ha sido cuna de varios famosos, que de tan internacionales, ya nadie recuerda que son galeses: Catherine Zeta Jones, Anthony Hopkins,  Tom Jones y Bonny Tyler, por ejemplo. Ya que mencionamos al cine, Mickey Rourke, famoso a principios de los ’90 por su papel  en “Nueve semanas y media” interpretará a Gareth Thomas en un film de próxima aparición.
   Nigel Owens también tiene que ver con el rugby y también es galés. Tiene 3 años más que Thomas, y es referee.  Nacido en el pueblo de  Mynyddcerrig, dejó de jugar rugby a finales de la adolescencia, justamente cuando comenzaba a sentir que le atraían los hombres. El entrenador del equipo donde jugaba le dijo, luego de que fallara un penal en el último minuto: “Andá a referear, o algo así”. A los pocos años, Owens comenzó a engordar, y combatió la obesidad haciendo pesas en el gimnasio, pero para no perder musculatura, se hizo adicto a los esteroides.  A los 24 años, se intoxicó con pastillas, en un intento de suicidio, en una zona montañosa de Gales, y unos rescatistas en helicóptero le salvaron la vida.
   En 2007, quiso contar que era gay, en los medios. Y ante ellos reconoció que la primera relación sexual suya con un hombre “estuvo conectada” con el rugby, sin dar más detalles. Owens fue el referee del partido del Mundial de Nueva Zelanda entre Sudáfrica y Samoa, y los jugadores del equipo de Oceanía lo acusaron de haberlos perjudicado.  Un jugador samoano, Fuimaono Sapolu, inclusive aseguró que Owens  es “racista “. El referee también dirigió el partido con que los All Blacks ganaron 33 a 10 a Los Pumas, y sus fallos fueron criticados por la prensa especializada. 
   Ahora bien, ¿qué hubiera pasado si en vez de rugby hablásemos de fútbol? ¿Hay una figura equivalente a la de Gareth Edwards que haya dicho que es homosexual? ¿Hay algún árbitro de fútbol que sea abiertamente gay? ¿Qué pasaría? Paradoja: el rugby, deporte rústico, tiene a dos personalidades de renombre explícitamente homosexuales en sus filas…

1 comentario:

  1. Claro, en el fútbol no hay gays. En el fútbol, solo puede haber algún caso aislado de hombres que "casualmente" hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres. Quizás algún "fiestero", nunca un gay.

    Trosero, Arzeno, Palermo, Maradona, Noir, Peratta, Pique, Abraimovich, Islas, Caranta, Guti, Navarro Montoya, Carrario, Merlo, Veira, Simeone...

    El fútbol fue y será "cosa de machos", ¿no?

    Saludos.

    Jorge

    ResponderEliminar

Tomémonos unos instantes para pensar qué se va a escribir. Mensajes agresivos, publicidades, chismes, van directamente a la papelera de reciclaje. Gracias.