lunes, 23 de abril de 2012

Mundos paralelos


   Resetear una entrada. Eso hay que hacer, cuando una persona mencionada en esta nota y gracias a los avisos de Google en el mail, se queja y advierte con iniciar demandas con abogados y demás. Así que comencemos de nuevo y digamos que, después de mucho tiempo de su momento de mayor exposición,  ahora ella está de nuevo cerca del río, pero con unos años más, remera naranja, reflejos claros en el pelo y jeans blancos. Y es la “madrina” de AUPA, una institución no gubernamental de Vicente López que agrupa a familiares de chicos con “trastornos generales de desarrollo”, o, para usar un término más conocido, autismo, aunque también hay que mencionar el Síndrome de Asperger,  el de Rett y otros problemas.  Hace calor pese al otoño, ni una nube mancha el cielo y ella, Natalia Denegri, está como una de las organizadoras de un evento deportivo  para integrar a chicos con distintas discapacidades a la actividad deportiva.

   No hay demasiada gente en este mediodía viendo el evento. La locutora trata de motivar el ambiente con el anuncio de famosos que participarán de la jornada, y así resuenan los nombres de Nicole Neumann, Jorge Rial, “los chicos de Casi Ángeles”.  AUPA es una entidad que ayuda a personas con autismo y afecciones semejantes, tanto a través de un hogar de día, campamentos, talleres para padres, salidas y demás.  ¿Ayudará realmente la figura de Natalia Denegri a la institución? A juzgar por la repercusión en los medios y por la presencia de famosos, sí.  Ella dirá también a este blog que está en otra etapa, y que le dedica mucho tiempo a AUPA y a difundir la problemática del autismo. Dicho sea de paso, está en los cines El pozo, película argentina dedicada a contar la historia de una chica autista y de su familia.  
  Natalia Denegri, entonces, está a pasitos del Río de la Plata. Muchos famosos llegan para participar de la jornada. ¿Servirá eso? Quien esto escribe cree que más de uno está ahí por marketing personal.
   Vuelven los  ’90, por momentos, a la playa de Vicente López.  Al lado de Natalia Denegri, aparece, sonriente, el intendente de ese municipio, el dirigente de la centroderecha Jorge Macri, para los flashes.  Otro hombre del rugby es el designado por el jefe municipal para el área de Deportes: Fabián Turnes, ex jugador de Banco Nación, ex Puma, ex entrenador del seleccionado nacional.

  A pocos metros de Jorge Rial, Nicole Neumann, Jorge Macri, “los chicos de Casi Ángeles” y otros famosos,  Banco Hipotecario anota un try.  El amistoso ante Vicente López en una categoría juvenil, está por terminar.

 
  Hay muy pocas personas viendo el partido de rugby entre Vicente López, conocido como Vilo,  e Hipotecario.  En el aire se mezclan los gritos de la locutora del evento, la música que sale de los parlantes para “poner onda” y los sonidos del silbato del referee.  Al lado del partido de rugby, en una cancha de hockey sintético dos equipos femeninos disputan la bocha.  Dentro de un gimnasio cubierto, un grupo de chicos practican handball. En las mesas de piedra, algunos matrimonios toman mate, comen galletitas multicolores y esperan juntar ganas para repetir el ritual del asado en el club.

  Termina el partido con triunfo de Banco Hipotecario, 72 a 10,  sobre los locales. Allegados al equipo visitante recuerdan con nostalgia cuando el club, en su predio de Villa Celina, tenía varias canchas de rugby y de hockey. Hoy apenas conserva una. En realidad, quienes introdujeron el rugby en Banco Hipotecario era un grupo de jóvenes empleados de la entidad que, al comenzar los ’60, practicaban en el Mercado Central y se unieron con otro grupo que era de Ciudad Evita y se llamaba “Los  Vikings”, según recuerda uno de aquellos pioneros en la web  rugbybhn.com.ar.  Se afiliaron a la UAR y así estuvieron entre la segunda y la tercera categoría.

   Cuando en los ’90, el gobierno de aquel entonces vendió a manos privadas el Banco Hipotecario, además de puestos de trabajo, se perdieron terrenos que el club vendió para encarar la nueva situación de no tener un respaldo de la empresa que le había dado origen.  Hoy la gente del rugby del club intenta conseguir unos terrenos por Ciudad Evita, como en un regreso a la zona de “Los Vikings”.

  De Banco Hipotecario salió Martín Scelzo, pilar de Los Pumas y figura del rugby  francés, recuerdan los simpatizantes del club, cerca de la cancha de hockey de Vilo.  ¿Volverá del rugby profesional para jugar aunque sea unos meses con el club que le enseñó a jugar? En Hipotecario también jugó el actual preparador físico de Boca Junios, Gustavo Otero, a mediados de los ’80.  Y uno de los hijos del dirigente social y político Luis D’Elía también jugó con la camiseta oro y celeste de los de Villa Celina.

 A un costado de un salón, casi apretado entre dos paredes y traspirando por el calor de la parrilla, el entrenador de Vilo tiene que encargarse de preparar las hamburguesas para el tercer tiempo.  El sudor le rueda por la pelada mientras él golpea las brasas con el atizador. No hay padres que colaboren.  Hoy tres jugadores le avisaron que no venían porque iban a ver Independiente-Racing. Otro de los entrenadores cuenta que algunos chicos vienen desde José C. Paz a jugar rugby a Vilo, y se lamenta porque los mejores se van al Olivos Rugby Club.

   Unos vasos con gaseosa marca “Manaos” acompañan a las hamburguesas.  En Vilo recuerdan que nunca tuvieron demasiados jugadores en los planteles juveniles y que el club, al tener otros deportes, no prioriza al rugby.  El club se fundó el 15 de julio de 1978, para que los empleados municipales de Vicente López tuvieran un lugar de esparcimiento. En los ’80 llegó el rugby, gracias a un grupo que había jugado en Banco Provincia. A fines de esa década, Vilo sufrió una sangría de jugadores que se fueron a Obras.   

  Hay que vaciar el salón porque tienen que entrar los jugadores de las otras categorías para el tercer tiempo.  Los gritos de la locutora del evento se escuchan a lo lejos, algo ralentizados por la distancia, las paredes y los tinglados.  Ahí siguen los famosos, que capturan las luces de la escena.  Siguiendo ese tema: todos los sábados por la mañana, de 10 a 12, en la sede de Villa Celina de Banco Hipotecario, Daniel Fernández y otros jugadores realizan jornadas de “rugby inclusivo”, en las que chicos con síndrome de down  juegan rugby sin tackles y  fútbol, hacen danza, música y actividades de contacto con la naturaleza.  No hay famosos, pero-o quizá por eso-valga la pena acercarse a Roosevelt y Rizzutto, en Villa Celina, cerca de la Avenida General Paz.  Para los que tienen dudas, busquen en Facebook “Rugby Inclusivo”...