Una noche de 2014 en el Bajo Flores, en el predio del histórico DAOM, Las Panteras, el equipo de rugby femenino de ese club, entrenaba con intensidad, a metros de sus colegas varones. Entre las jugadoras, una se destacaba por su velocidad. Al momento de practicar cambio de ritmo, era la más ligera, junto a la francesa Aurore Bar. Hablamos de Yamila Salinas, sanjuanina y periodista deportiva. Dos años después, ¿en qué anda?
“En 2015, en un
amistoso previo al inicio del torneo, me rompí el platillo tibial, que es el
hueso que sostiene la rodilla, una lesión rara”, cuenta. “Estuve 3 meses son
caminar, me tuve que operar y volví a San Juan”, agrega. Ahora dejó de jugar al
rugby y es una de las entrenadoras de las categorías infantiles del Club
Ausonia, que introdujo ese deporte este año, y que está vinculado con la
colectividad italiana.
Se sabe que el rugby
es un deporte de contacto, de impacto, o de choque, según el término que se
elija. En ese sentido, quizá la presencia de una entrenadora mujer para los
chicos que dan sus primeros pasos en el deporte sea más contenedora que si solo
hay hombres. Dice Salinas: “En el rugby
infantil es bueno tener una profesora, es una figura maternal, pasa algo
parecido en la escuela. Me gusta el papel, no soy el ‘profe’, pero la Unión
Argentina de Rugby (UAR) va a dictar
cursos de entrenadores y voy a hacerlos. Es una manera de seguir cerca del
rugby”.
Pero el origen de
Yamila con el deporte de la pelota con forma de óvalo es peculiar. “Yo tuve la
iniciativa de jugar al rugby, por mí misma, y armé el primer equipo de rugby
femenino en San Juan, en el Club Huazihul. Empezó como un proyecto para hacer
un partido a fin de año, como una exhibición a beneficio. Recibimos mucha ayuda
de los entrenadores y de la prensa, el evento trascendió y el año siguiente ya
formamos el equipo”. Luego Yamila se trasladó
a Buenos Aires y a través de
Aurore Bar llegó a DAOM. En el club de camiseta azul, blanca y roja jugó entre
2012 y principios de 2015, hasta la lesión que sucedió en un torneo amistoso
del que participaron Ezeiza y Atlético San Andrés.
“Entre la lesión y
que me imaginaba que se venían tiempos difíciles en cuanto a conseguir trabajo,
me volví a San Juan”, dice, y explica que trabaja como periodista deportiva en
un programa de radio y en uno de televisión sobre automovilismo. Reemplazó como
actividad física al rugby por el crossfit, aunque por momentos le duele la
rodilla operada. “El crossfit Es lo más parecido a hacer un deporte; es para
llenar el vacío que me dejó el rugby”, asegura.
En San Juan, el rugby
femenino es incipiente. Existen Jockey, de la capital provincial, y Caucete, de
la ciudad homónima. La idea de Yamila es que en Ausonia la escuela de rugby
infantil sea mixta, aunque todavía no se anotaron chicas. “El rugby femenino creció mucho en los
últimos tiempos, la selección femenina argentina estuvo cerca de jugar los
Juegos Olímpicos….de a poco va evolucionando; quizá no falte mucho para que
haya más entrenadoras de rugby”, afirma.
Sin embargo, reconoce que todavía existen trabas y barreras para las mujeres, dentro y fuera del deporte. “Todavía hay prejuicios con que una mujer juegue deportes de contacto; todavía no se puede romper el paradigma de que la mujer como mucho juegue al hockey o haga cosas de ‘mujer’; pero muy de a poco se van rompiendo esos prejuicios”. ¿Y en cuanto a intentar volver al rugby como jugadora? “Acá hay dos clubes, pero si volviese al rugby lo haría en DAOM, me gustaría estar ahí, con mis amigas y mi club. Para mí, rugby es DAOM".
Bravo ! Yamila !que bueno que sigas ligada al rugby de la forma que sea , y no aflojes , abrazo de ruck !!
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