lunes, 7 de mayo de 2012

Morir en Occidente


   Philippe Ariès, intelectual francés, escribió con ese título un libro en el que analiza cómo se ha ido viviendo-valga lo extraño de la formulación-la muerte en las sociedades occidentales.  Francia, la patria de este historiador, fue una de las potencias europeas que se repartió parte de África como botín. Ahora, desde ese continente, llega una noticia sobre una muerte: Abedeen Shikhoyi, la capitana de la selección de rugby de Kenya, murió como consecuencia de las heridas en la columna vertebral que le causó una contrincante de la selección de Uganda, durante un torneo en la ciudad de Kampala, capital de este último país. Como las muertes de los que nos parecen lejanos pierden valor, y los medios poco o nada hablarán de este caso, hagamos lo contrario y, pensando en la fraternidad y la solidaridad, recordemos a Aberdeen.

  El final de su vida comenzó a tejerse a fines de abril, en el césped de un campo de juego de Uganda, defendiendo la camiseta de Kenya, cuyo seleccionado femenino de autodenomina “Las Leonas”.  El  “accidente” de juego sucedió con Christine Kizito, ugandesa,  de 106 kilos de peso. Algunos testigos hablan de un rodillazo en la espalda, otros de un choque accidental y otros hasta de un pisotón en el cuello. Como siempre en estos casos, sea en Nairobi, en Buenos Aires o en Mendoza, nada se aclara con precisión.

   Abedeen fue trasladada en avión a Nairobi, la capital de su país, para ser atendida.  Ella era además la capitana del único equipo de rugby femenino kenyano, el Mwamba RFC.

  El director general de la Kenya Rugby Football Union, Mwangi Muthee, dijo a la BBC: “Aberdeen era una chica muy, muy valiente, con un carácter muy fuerte. Era una líder natural, y esto hizo que ella muy rápidamente se convirtiera en la capitana del equipo femenino de Kenya y es un equipo que tiene mucho futuro.”

  Una de sus rivales, la jugadora de Uganda Josephine Namayeha, escribió en su muro de Facebook que estaba “todavía devastada por la muerte de nuestra hermana kenyana que murió por su país.  Hoy 7 de mayo será el funeral de Aberdeen, y la Kenya Rugby Football Union estuvo organizando eventos para recaudar fondos y así pagar el sepelio de la jugadora.  Antes del entierro habrá una ceremonia religiosa en la “Friends Church”, de Nairobi.

  En vida, Abedeen, de 27 años,  era robusta, no muy alta, con la piel chocolate y muslos especialmente desarrollados.  Sus amigos le decían “Abesh” o “Abby”.  Al parecer, se interesó por los deportes desde chica, incluido el fútbol, pero potenció ese gusto durante años de la secundaria en la escuela Makhohko Girls. Era la menor de una familia de 11 hermanos. Uno de ellos,  Livingstone Lihanda, reconoció que cuando “Abby” quiso jugar rugby, a su familia no le convencía, por los riesgos propios del juego.

   En pocos años se volvió figura del Mwanba y de los seleccionados de Kenya tanto de 15 como de 7. Sabía que el partido con las ugandesas iba a ser difícil, pero les decía a sus compañeras que estaba bien entrenada en el gimnasio. Un día antes, cantó una canción cristiana y hoy sus amigas de la selección recuerdan ese canto como una despedida...

2 comentarios:

  1. Muy buenas las notas que mandas Alejandro, gracias por hacer algo asi. Vale la pena.

    Maximo del Campito

    ResponderEliminar
  2. Buenassss...hermosa nota, gracias por compartirla. Ah, y soy la visitante número 1000 del perfil =))). Abrazo grande, Ale. Marina

    ResponderEliminar

Tomémonos unos instantes para pensar qué se va a escribir. Mensajes agresivos, publicidades, chismes, van directamente a la papelera de reciclaje. Gracias.