Pasada la espuma del Rugby Championship, las que tomaron la gloria fueron Las Vikingas de Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó (GEI). Por primera vez en su historia, que comenzó hace casi 28 años, salieron campeonas de la categoría superior del torneo de rugby femenino de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA). Con un plantel de jugadoras que combina diferentes edades, experiencias y hasta localidades (no todas viven en Ituzaingó), las continuadoras de aquel equipo que en 1985 jugó con Alumni los primeros partidos de rugby entre mujeres en el país, ganaron el torneo mayor de Buenos Aires el domingo pasado, luego de la última jornada realizada en Lanús, mientras que el local obtuvo la Zona Formativa y Tiro Federal de Baradero la Zona Desarrollo. Un martes a la noche, Mónica Mottura, una de las jugadoras de esos encuentros ya históricos, que sigue como titular en el plantel de Las Vikingas, cuenta sus sensaciones después de un nuevo entrenamiento de las campeonas, que se preparan para viajar a Tucumán este fin de semana a jugar el Nacional de Clubes (al que irán junto con La Plata, subcampeón, de gran campaña, y Centro Naval, tercero, que había ganado los campeonatos de 2011 Y 2012).
R-Hoy…¿cómo fue el entrenamiento después de quedarse con el
título?
MM: Fue como cualquier otro entrenamiento, estábamos
contentas, claro, pero Pato (Nota del Redactor: Patricia Fusco, jugadora de
GEI, convocada a la selección nacional y una de las mejores jugadoras del
plantel), nos decía: “Vamos, eh, que tenemos que ir a Tucumán, hay que seguir.”
Nos toca jugar con Cardenales de Tucumán, que es un equipo muy duro, no podemos
relajarnos. Nuestro estado de ánimo es de alegría, tranquilidad en sí no,
quedan un montón de cosas por resolver….por ejemplo, conseguir sponsors,
contactarnos con la Municipalidad de Ituzaingó que en su momento nos dieron su
apoyo….
R-¿Sucedieron cosas especiales a partir del campeonato?
MM: Lo primero que pasó hoy fue que “Pichi” Ruffo, nuestro entrenador en 1985, no se había
enterado del campeonato. Así que se enteró. Y hoy también nos vinieron a
saludar el “Chapa” Branca (nota del r: entrenador del plantel superior de GEI
de varones), y un dirigente del club. Y pudimos cantar “dale campeón” en
nuestra cancha.
R ¿Por qué salieron campeones Las Vikingas?
MM ¿Sabés lo que siento? Que hubo justicia divina. Nosotras
siempre hemos estado entrenando, pero antes nos faltaba unión en el grupo, unión
del corazón. En este equipo ahora hay amor, cada una se esfuerza mucho. Eso fue
muy emocionante. Hemos aprendido a jugar mejor, hemos aprendido a jugar más en
equipo, no se destacan tanto las individualidades.. Esto es justicia divina
porque desde que empezamos en GEI nos bancamos siempre con la gente nuestra,
siempre jugamos con la gente nuestra. Esos son nuestros principios.
R ¿Cómo fue la rutina de entrenamientos? ¿Y el tema de las
lesiones?
MM-Este año no tuvimos problemas graves en cuanto a
lesiones, porque se está entrenando más duro. Tuvimos lesiones leves. Entrenamos
martes y viernes, las que podían completaban con gimnasio.
R-¿Y a nivel técnico, qué cambios creen haber logrado?
MM-Siempre nosotras tuvimos forwards poderosas, pero esta
vez las forwards no fuimos tanto al choque, abrimos más la pelota y la línea se
encargaba de jugarla. Mejoró también el pase de manos, la manera de ruckear, y
el hacer lo más dinámico posible el
juego. Nosotras estábamos convencidas que lo podíamos lograr. Esto baja mucho también
de parte de César Padilla, el entrenador y preparador físico, alguien que nos
cambió la cabeza. Nos metió que podíamos lograr el campeonato.
R- ¿Hubo algún momento del año, donde interiormente
pensaste: “Sí, podemos ser campeonas”, ya con más certeza?
MM-Bueno, por un lado, en el verano ganamos el Seven de Varese,
que es un torneo muy importante, que nunca habíamos ganado. Por otro lado, como te decía, César nos cambió la cabeza. Nos habla, nos da serenidad, no dice una mala
palabra ni levanta el tono de voz. Hay armonía en el equipo. Y por otra parte,
Gabriela (Sánchez, otra de las pioneras del ’85, que también juega y a un muy
buen nivel), decía: “Nadie nos tiene en cuenta, eso está bueno, porque nosotras
estamos trabajando para salir campeonas”.
Hubo amor de todos, como una comunión. Cada una hizo lo suyo en pos del
objetivo. Hasta Ely González (otra de las figuras de las Vikingas), dejó uno de
sus trabajos para poder estar con nosotras. Hubo mucho amor a la camiseta.
R-¿Qué esperan para 2014, tanto para Las Vikingas como para
el rugby femenino en general?
MM- A nivel general, queremos que las reglas estén claras
desde el principio. No que se cambien a cada rato. Queremos reglas inamovibles,
establecidas a principios de año. Y para
GEI, bueno, hay que defender el título de campeonas. Y siempre del campeón se
espera mucho más….
*En la foto, Las Vikingas tras una jornada realizada en SITAS.
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