Siempre que las
yemas de mis dedos recorren las hojas de una revista, pienso en el prodigio que
genera el papel; aún hoy uno puede conseguir una publicación de hace 100 años,
o un libro de mayor antigüedad. En cambio, solemos perder un archivo de Word en
el Triángulo de las Bermudas de nuestra computadora, no podemos asegurarnos de ver
nuevamente un noticiero de hace un año y a veces un artículo muy interesante que
pescamos en Internet se diluye en la corriente del ciberespacio. Y, cosa curiosa, desde un blog, comparto las
impresiones al palpar, tocar y leer un ejemplar de Rugby Mundial, de 1991. Está
en mis manos, sin usar buscadores ni pendrives ni descargas desde sitios
misteriosos.
La moneda todavía
era el austral. Poco tiempo después, llegaría el peso, en el contexto de la
Convertibilidad. En la tapa de la revista de 1991 -que sigue saliendo, y que es
altamente recomendable- aparece Guillermo Holmgren, jugadorazo del Olivos Rugby
Club y también Puma, entrevistado por ese gran periodista que es Jorge Búsico.
De Holmgren, que jugaba de medio scrum, aparte de su talento, se destacaba su
miedo a volar en avión, lo que le
impidió formar parte de giras con el seleccionado nacional en más de una
ocasión. Valiente el jugador de Olivos:
reconocía un temor que muchos tienen y que por el nefasto “qué dirán”, ocultan
como si fuese una peste.
En el editorial de
la revista, los directores (Adolfo Echegaray, Mariano Molina Berro y Luis y
Julio Gindre) anunciaban la visita inminente de los All Blacks, todo un
acontecimiento en épocas en donde algo parecido a participar en el Rugby
Championship era impensado para Los Pumas. Otra sección pedía: “Eduquemos a los
padres y mejoraremos el rugby”, y daba cuenta de lo inoportuno de los “papás”
despotricando contra los referees, y de las presiones sobre los chicos que sean
“ganadores” a toda costa. “No quiera fabricar un campeón”, decía la nota. ¿Le
habrán hecho caso? Hoy los chicos de
1991 ya están al borde del retiroy más de uno será padre….
Otra sección
dedicada a aconsejar, enfatizaba los cuidados del corazón para los rugbiers. El
artículo, firmado por el ex referee y cardiólogo Félix Luzuriaga, resaltaba la
importancia de hacerse los controles médicos necesarios antes de cada
campeonato. Para ser justos, hoy se piden muchísimos más estudios que en esa
época. Y en buena hora.
El poster color
traía una foto de Rolando “Yanqui” Martin, titán del SIC y en la nota balance
de la mitad del campeonato, Alejandro Coccia analizaba el rendimiento de
Alumni, uno de los punteros del campeonato de Buenos Aires. También había una
entrevista a Normando Ferrari, una de las figuras del equipo de Tortuguitas de
aquellos años, y otro reportaje a Hernán García Simón, tres cuartos destacado
de Pueyrredón, ambos textos firmados por Búsico. Otro entrevistado era José
Javier “Tito” Fernández, surgido de Deportiva Francesa, Puma en su momento, entrenador y padre de Santiago.
El informe sobre la inminente gira de los All
Blacks (que le ganarían los dos partidos a Los Pumas) incluía el fixture de los
neocelandeses por el país: además de enfrentar al seleccionado argentino, los “hombres
de negro” se iban a enfrentar a Rosario, Córdoba, Tucumán, Buenos Aires,
Mendoza, Pumas “B” y Mar del Plata, rivales hoy impensados para esa selección.
Faltaban muy pocos años para que el rugby internacional tomara las características
comerciales y de hiperexigencia atlética que tiene en la actualidad. ¿Alguien
se imagina hoy un Mar del Plata-All Blacks?
El panorama internacional
de la revista se nutría de algunos datos del Mundial que iba a realizar en
Inglaterra, Gales, Escoca, Irlanda y Francia. Un informe de una consultora decía que el favorito para
ganar la Copa era Nueva Zelanda, seguida de Inglaterra. Sin embargo, sería
Australia quien obtendría el certamen, en el que Los Pumas no pasaron de la
ronda inicial.
Rugby Mundial
también nos informaba que Lomas cumplía 100 años-ya van por los 125-y comentaba
que el club del sur del Gran Buenos Aires tenía a su primera división
participando de la tercera categoría, llamada “Ascenso”.
En la sección
dedicada al rugby juvenil, un hasta entonces poco conocido “Bebe” Contepomi,
que no había cruzado hacia el terreno del rock, describía la actualidad de las
distintas categorías. Como rarezas, en M-17 Banco Nación “A” había goleado a La
Plata “B” 172 a 0, y La Plata “A” a San Carlos, por 194 a 0. Por último, una
entrevista, hecha por Contepomi, al dirigente del SIC Carlos Barceló, sobre
rugby infantil, dejaba estas frases el reporteado:
“Yo siempre les digo a los chicos que no se avergüencen si
tienen miedo de tacklear. A veces escuchamos a los padres que se desesperan por
ver tacklear a sus hijos. Y los chicos tienen temor, y es un temor fundado y
razonable. Para tacklear sin lastimarse, primero hay que saber tacklear”.
Cuando las yemas de
mis dedos recorren las páginas de revistas viejas, siempre alguna idea
interesante renace y comienza a rebotar en la mente. Es hora de cerrar esa edición de julio de 1991
de Rugby Mundial, y pensar, pensar….
¡¡Qué buen recuerdo!!
ResponderEliminar