“Las palabras como
la violencia /rompen el silencio/Irrumpen con estruendo/en mi pequeño mundo”,
dice, originalmente en inglés, claro está, Depeche Mode en “Enjoy the silence”,
joya de 1990. En el video de la canción, David Gahan interpreta a un rey que,
apenas acompañado por una reposera, deambula por un paisaje de montaña,
contemplando un mar de piedras y nubes. Y termina diciendo: “Disfruta el
silencio”. En enero de 2014, quien quizá
esté paladeando los sonidos de las alturas sea César Padilla (en la foto,
durante uno de sus viajes), junto a 4 compañeros más. Profesor de Educación Física, Licenciado en
Alto Rendimiento Deportivo, preparador físico del Club Banco Hipotecario y
entrenador de las Vikingas, el equipo de rugby femenino de Gimnasia y Esgrima
de Ituzaingó (GEI), César, nacido en Lomas de Zamora, piensa clavar en la altura
del Aconcagua, una bandera. ¿La argentina? Puede ser, pero aparte otra; la de
Rugby Inclusivo, la escuela para chicos con síndrome de down que funciona todos
los sábados en Banco Hipotecario, en Villa Celina. “El Aconcagua es para todo
aquel que se esfuerce, tenga valores muy altos y sea capaz de trabajar en
equipo… y el rugby es un deporte para todos y reúne las mismas virtudes”, dice
Padilla.
Después de un paso fugaz
por el deporte de la ovalada cuando era estudiante, él comenzó a acercarse a la preparación física y la
docencia del rugby. Desde hace 10 años, trabaja en Banco Hipotecario, y en 2014
será coordinador de la preparación física de los planteles del club. Además,
durante 2013 condujo a las Vikingas, que salieron campeonas del torneo femenino
de la URBA, por primera vez en su historia. Y, en paralelo, también se acercó a
las montañas. “Una de mis actividades
preferidas, aparte del rugby, el atletismo y otros deportes, es la alta
montaña. El año pasado hicimos una bastante difícil, el volcán Llullailaco, en
Salta, y este año queríamos una más difícil: el Aconcagua”. Para la aventura a
la montaña mendocina, techo de América del Sur, subirá con otros 4 montañistas.
“El año pasado
colaboré con una ONG que hace campaña por el cuidado del agua. Me parece bueno
colaborar con alguien, ya que estas actividades tienen mucha exposición. Y
pensé en Rugby Inclusivo porque están en mi club, Hipotecario. Les planteé la
idea de llevar su mensaje y una bandera a la cima, se coparon y estamos
trabajando en eso. En sí, el objetivo es alcanzar la cumbre más alta de
América, como algo personal, algo que me ayuda a crecer, y si ese evento puede
ayudar a alguien, sumémoslo””, dice.
-¿A nivel personal
qué te lleva a exponerte a ese ascenso?
- Amo el deporte…en
el atletismo de fondo buscás ir cada vez más lejos e ir más rápido, y en alta
montaña, buscás algo que supere lo
anterior. Y la raíz de eso es desafiarse uno mismo. El Aconcagua presenta muchísimas dificultades,
para alguien preparado es muy desafiante.
Una persona nacida
en Lomas, sin parientes con la práctica intensiva de algún deporte o del
trekking, planea trepar una montaña de 7 mil metros, junto a otros 4
hombres. ¿Locura? “Es un encuentro y un
desafío a la naturaleza. La relación con las montañas no la aprendí en ningún
lugar, hice muchos campamentos y travesías, y cuando pasaban los años y crecían
las dificultades, querés seguir”. Él ha
hecho caminatas, subidas y ascensos a montañas de Salta, Córdoba y Río
Negro. “El año pasado, hicimos el
Llullailaco, el volcán en donde encontraron hace unos años momias incas. Era
complicado, porque es un lugar sin infraestructura. Llegué hasta los 6200 metros
y la cumbre estaba en los 6500 metros, pero por frío en los pies, no pude
seguir”.
Para llevar el mensaje de Rugby Inclusivo
hasta la punta del Aconcagua, hay gastos de todo tipo. Sin embargo, César
cuenta que tiene la mayor parte del presupuesto cubierta por sponsors. Él y otros montañista de Buenos Aires salen de
la Capital el 2 de enero, y se encuentran con los demás, que vienen de Salta,
en la ciudad mendocina de San Rafael. Ahí comprarán y alquilarán las últimas
cosas, y el 4 parten hacia Los Horcones. Los primeros días subirán y bajarán,
para ir aclimatándose. El último campamento se llama “Berlín”, y de ahí
atacarán la cumbre. La idea es intentar llegar el 13.
“La cabeza tiene que
prepararse….nos vamos a agarrar mareos, vómitos, insolaciones, hipotermia…pero
la experiencia hace que uno llegue mejor. Ah, en los primeros campamentos, la
temperatura está entre los 0 y los 15 grados, pero más arriba puede llegar a 30
grados bajo cero. Somos 5 varones, todos estaremos en una carpa de 3 personas.
Va a ser divertido”, dice.
Si prepararse en una
pretemporada de rugby es duro, para subir una montaña el esfuerzo parece mayor.
“Entrenamos 4 veces por semana, yo hace poco corrí los 42 kilómetros de la
maratón de Mar del Plata, una prueba muy dura por el calor y las pendientes, la
elegí para trabajar la templanza. Terminé destruido”, cuenta Padilla. ¿Y cómo
recrear la situación de montaña en una zona llana como el Gran Buenos Aires? “Y,
lo más similar es en una pileta, donde hacemos ejercicios para esforzarnos en
contener el aire. Después el resto es mucho gimnasio y correr mucho”, agrega.
Esfuerzos,
ejercitar, entrenar. Y él también
entrena a las Vikingas. “Trabajé en rugby femenino por el placer de hacerlo.
Espero seguir en Gei, veré mis tiempos. Yo venía de terminar la licenciatura en
Alto Rendimiento Deportivo, y quería trabajar en grupo para desarrollar buenos
equipos. En Hipotecario manejo grupos muy grandes, en femenino son 15
jugadoras, uno puede abarcar más. El desafío fue tomar un grupo de jugadores y
volverlas un equipo”, cuenta, y afirma ue las Vikingas mejoraron “en lo
actitudinal y en la disciplina”.
Entre los manchones de nieve y las rocas,
estará representado Rugby Inclusivo y sus valores. “Bueno, el rugby transmite
valores de forma inmediata, porque un chico gordo y otro petiso son bien
recibidos, en otros deportes, si no tenés habilidad”, remata César. Desde
distintas zonas de Capital y Gran Buenos Aires, además de los familiares de
César y sus compañeros, también estarán haciendo fuerza los chicos de la
escuelita de los sábados de Rugby Inclusivo, como Lautaro, Tomás, Joaquín, Catalina,
Nahiara, Enzo, Richard y muchos
más. Como cierra la canción
Depeche Mode, tanto ahora como en el Aconcagua: “Enjoy the silence”.
Que grande Cesar !! Mi mama superfeliz por vos!!! Suerte en todo
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