En el Bar 43 están
las camisetas que usó en Los Pumas, la selección italiana y el Roca Rugby, que
acompañan desde las paredes del local las tardes y noches de quienes comparten
unas cervezas o pizzas en el local, quizás como previa antes del boliche, quizá
para cortar el día antes de retornar al hogar.
Pero esas imágenes son flashes de enero, y ya en febrero la ciudad de
Buenos Aires, calurosa y húmeda como nunca, nos retiene en su nudo de ruidos y
nervios. Mejor volver a aquellos flashes y recordar el sabor de la cerveza en
el 43, las camisetas de Alejandro Moreno, y, ¿magia?, él está del otro lado del
teléfono.
“Yo me retiré en
diciembre de 2010 en el Leeds Carnegie, de Inglaterra. Estuve entrenando allá y
a fines de 2011 me volví. Y en febrero de 2012, junto a mi amigo Gabriel
Villalba, comenzamos a armar ‘Rugby en Acción para la Inclusión Social’. Se lo habíamos anticipado el gobernador Carlos
Soria, pero bueno…pasó lo que pasó, pero él lo había dejado registrado,
digamos, y seguimos adelante. Gabriel y
yo no somos políticos, así que en el 2012 tuvimos que remar directamente en el
dulce de leche repostero. Pero el proyecto camina, ahora le dimos forma de asociación
civil y podremos recibir donaciones”, dice.
-¿Qué es concretamente "Rugby en Acción para la Inclusión
Social"?
-Es un programa que depende de la Secretaría de Deportes de Río Negro, pero ahora además es una asociación civil. Surge
con la idea de acercar el rugby a los chicos de los barrios. Yo escuchaba gente
en el Roca que decía “no hay pibes, “no hay pibes”. Y no se quieren mover, los
pibes están en el barrio, andá al barrio, no te sentés esperando a que vengan.
Es un laburo de locos, eso sí.
Empezamos el barrio
Quinta 25, acá en Roca, tomando como base un merendero y un comedor. Ahora
estamos con 40 pibes en uno y 50 en otro. Y ya hicimos encuentros de rugby en
toda la provincia. En El Cóndor había 300 pibes, en Dina Huapi 500 y en uno que
hicimos en Roca, fueron 800.
-¿Cómo te acercás a los barrios?
- Vamos barrio por barrio...voy a comedores, a
fundaciones...me paro en el barrio en un potrero y ahí arrancamos con pelotas y
conos a enseñar rugby a los chicos que quieren jugar. Después viene el tema
clubes…a los chicos que realmente se interesan, los contactamos y los mandamos
a los clubes, tratando de que tengan cierta contención. También trabajamos con
una psicóloga social, para saber bien la problemática de la zona en la que nos
metemos. Al principio los padres mucho no nos querían, decían “eh, el rugby es
para chetos”. Pero ahora ya nos quieren, nos felicitan por el trabajo.
-Hay chicas también…
-Sí, un montón. Yo les decía al principio: “Miren que tienen
hockey”. Y me contestaban: “Naah, queremos jugar rugby” (risas). Además en Roca
hay un equipo de rugby femenino, son creo que unas 40 jugadoras, y la capitana
jugaba en la selección argentina de fútbol (nota del r: habla de Valeria
Cotelo).
-¿Pero cómo surge en vos la inquietud por fusionar el
deporte con el trabajo social?
-Siempre me gustó ser entrenador, en Inglaterra hice hasta
el nivel 4 de la IRB y entrené allá. Y en Europa, tanto en Perpignan como en
Leeds, me habían ofrecido dar una mano con equipos en cárceles de menores. Y
ahí empecé. Cuando volví a Roca, pensamos con Gabriel en este proyecto. Por eso
también estamos armando equipos de rugby en cárceles. Con la de Roca ya
empezamos, tenemos unos 90 jugadores. El
grupo mejoró mucho dentro de la cárcel, cambiaron de actitud, mejoraron en
disciplina, hay menos droga y menos quilombo. Les pusimos pautas claras: el que
hace algún quilombo no juega, no hay vuelta. También nos apoyamos en psicólogos
y abogados. La idea es llevar el
proyecto a las otras unidades de la provincia. Esto depende del Ministerio de Gobierno
de Río Negro.
-Hablaste de Europa; ¿es cierto que había rivalidad entre
los jugadores argentinos que jugaban para la selección italiana y Los Pumas?
-No, para nada. Bah, al menos yo nunca sentí eso. Nos
conocíamos todos…salíamos juntos, nos juntábamos para las Fiestas…
-Tuviste la oportunidad de ser dirigido por Marcelo
Loffreda, cuando él dirigió al Leicester Tigers y vos jugabas ahí…
-Sí. Fue difícil para él porque el equipo venía de ganar
tres finales y él llegó solo, sin nadie propio de su staff. Yo creo que con el
staff que tuvieron Los Pumas en el 2007, en Leicester, le hubiera ido mucho
mejor. Marcelo es súper profesional,
propone un rugby genial, es un tipo súper comunicativo…pero estaba muy solo
allá, y en ese tipo de clubes pesan mucho las estrellas..
-¿Este año entrenarás algún equipo?
-No sé, tengo que ver, porque la asociación lleva muchísimo
tiempo. El año pasado dirigí la M-17 de Roca Rugby, pero este año no sé qué voy
a hacer.
-El año pasado fue la “juntada” de madera por parte de los
chicos…
-Claro. Tenía un grupo medio reacio a ir al gimnasio.
Entonces les dije: “Bueno, ok, entonces vamos a juntar leña. Y juntamos miles de kilos de leña. La idea la
había acercado un padre, que hace laburo social en Línea Sur (nota del r: una
región al sur de General Roca), para llevarles leña a la gente que vive allá.
El grupo se súper unió con eso. Terminamos el último día comiendo un asadito en
las orillas del Río Negro…
Es la hora de terminar la llamada, y que cada
uno vuelva a sus ocupaciones, a más de mil kilómetros de distancia. Moreno agradece y se despide y uno piensa en
el día que en las paredes del Bar 43 de Roca también esté una foto como la que
ilustra esta nota, tomada en esa ciudad durante los encuentros de "Rugby en
Acción por la Inclusión Social"
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